George W. Bush dijo ayer a los 981 graduados de la Academia de la Fuerza Aérea en Colorado que se han convertido en "depositarios de las esperanzas de libertad en todo el mundo". El presidente recogió la idea ya lanzada en su discurso radiofónico del pasado sábado y comparó la lucha contra el terrorismo con los combates del pasado "entre libertad y tiranía", como los de la II Guerra Mundial y la guerra fría: "Nuestro objetivo, el objetivo de esta generación, es el mismo: hacer segura nuestra nación y defender la paz mediante la impulsión de la libertad".
"América está siempre menos segura cuando retrocede la libertad, y más segura cuando avanza", afirmó Bush en un largo discurso en el que se extendió sobre la necesidad de las reformas democráticas en Oriente Próximo. De la misma forma "que los acontecimientos en Europa determinaron el desenlace de la guerra fría, los acontecimientos en Oriente Próximo establecerán el rumbo de nuestro combate actual", añadió el presidente, que lo explicó así: "Si esa zona es abandonada a dictadores y terroristas, será una constante fuerza de violencia y alarma, y exportará asesinos con un poder cada vez más destructivo que atacarán América y otros países libres". En cambio, "si allí crece la democracia, la prosperidad y la esperanza, los terroristas perderán a sus patrocinadores, se quedarán sin reclutamiento y carecerán de los enconados agravios que les nutren".
Bush dijo también que el asentamiento de la libertad y la democracia en Irak "socavará la parálisis y la desesperación que alimentan las ideologías extremistas de Al Qaeda y sus aliados terroristas". Bush elogió al primer ministro del nuevo Gobierno de Irak, Ayad Alaui, y extendió sus loas -cosa que no había hecho el día anterior- al presidente del Gabinete, Gazi al Yauar, poco simpatizante de EE UU.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 3 de junio de 2004