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El Kremlin fuerza el despido del periodista estrella de la televisión rusa

Parfiónov criticó la censura de una entrevista con la viuda de un líder checheno

Leonid Parfiónov, periodista estrella de la televisión rusa, ha sido despedido de NTV después de criticar públicamente que le hubieran censurado una entrevista con la viuda del ex presidente checheno Zelimján Yandarvíyev, que debía emitirse el domingo pasado. El cese de Parfiónov ha sido interpretado por numerosos observadores y políticos como un nuevo ataque contra quienes todavía tratan de hacer una televisión independiente en Rusia. La censura del programa se realizó a petición del Servicio Federal de Seguridad (FSB), el antiguo KGB soviético.

El FSB no desea que se informe sobre el juicio que se desarrolla en Qatar contra dos agentes rusos acusados de haber asesinado a Yandarbíyev.

Con la salida de Parfiónov de NTV muere Namedni (El otro día), el mejor programa semanal sociopolítico de la televisión rusa, y uno de los pocos reductos de libertad que aún quedaban en la pantalla chica. Prácticamente todos los canales de cobertura nacional son controlados actualmente por el Estado, después de que el Kremlin, con la llegada de Vladímir Putin a la presidencia del país, lanzara una exitosa campaña para acabar con las grandes televisiones privadas en manos de oligarcas.

No era la primera vez que le cesuraban un programa a Parfiónov. En noviembre pasado fue retirada de Namedni la entrevista a Yelena Tregúbova, quien en su libro Cuentos de un topo del Kremlin cuenta muchas anécdotas sobre los que allí trabajan, a quienes califica de "mutantes", incluido el mismo Putin.

En los últimos programas Namedni también se emitieron reportajes que no fueron del agrado de las autoridades. Pero la gota que colmó la pacienca del Kremlin fue el que Parfiónov denunciara que la entrevista con la viuda de Yandarbíyev, Malika, había sido retirada bajo presión de los órganos de seguridad.

El diario Kommersant publicó al día siguiente la entrevista y las declaraciones del despedido Parfiónov. "Cada uno tiene que ser responsable de sus decisiones y yo soy responsable de las mías", afirmó el casi único periodista ruso que se permitía ser crítico con las autoridades.

"El cierre del único programa que podía expresar -al menos de vez en cuando- opiniones independientes es un clarísimo mensaje para todos a callarse y aceptar las reglas que les impone el poder", comentó la dirigente de derechas Irina Hakamada. En el otro extremo político, el diputado comunista Iván Mélnikov opinó que el despido de Parfiónov es un paso más en "la continuación del rumbo hacia una dictadura informativa".

La NTV fue la primera televisión independiente rusa, pero en 2001 quedó bajo el control de Gazprom, el monopolio estatal del gas.

La ofensiva contra la libertad de expresión también se ve en la calle, donde la policía arremetió brutalmente el lunes y ayer contra sendos mítines, golpeando a participantes y periodistas, a quienes confiscó el material gráfico. La manifestación de ayer frente a la Duma, organizada por el partido liberal Yábloko y los comunistas, era contra la nueva ley de referéndum, que los diputados aprobaron en primera lectura.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 3 de junio de 2004