Tras leer las precisiones del consejero de Educación publicadas en este periódico el día 2 de junio de 2004, como respuesta a la carta de un lector que, parece ser, criticaba la política educativa del Gobierno de la Comunidad de Madrid, me gustaría también hacer una serie de precisiones:
En primer lugar, que es inaudito que el señor consejero de Educación se ponga a disposición de una persona por escribir una carta a este periódico y no haya asistido él a una reunión que solicitó la Asociación de Padres de Alumnos del Colegio Público Ramiro de Maeztu, con unas 200 firmas.
En segundo lugar, que ya que habla de las obras que se van a realizar en centros públicos de la Comunidad de Madrid, que especifique cómo se están realizando estas obras, ya que nuestro colegio es uno de los "favorecidos" por las mismas; que señale que las obras no se van a realizar en verano, sino a partir del mes de septiembre y que por ello se va a trasladar a diario a aproximadamente unos 300 niños del colegio público Ramiro de Maeztu a otro colegio público de Madrid y situado en un distrito diferente, imponiéndoles una jornada continua, con los inconvenientes que esto supone para niños tan pequeños.
En tercer lugar, y como señala en su carta el señor consejero, que todos tenemos derecho a elegir la educación de nuestros hijos, y que por ello, los que hemos elegido la educación pública, y en concreto este colegio, no tengamos que sufrir esas "obras maravillosas", que sin lugar a dudas son necesarias, pero que por motivos que no entendemos o no compartimos no se pueden llevar a cabo en otro periodo o en otras condiciones.
Y por último, sólo señalar que estamos hartos de estas tomaduras de pelo, que se hable de educación de calidad y se lleven a cabo estas barbaridades que, por supuesto, afectan a nuestros propios hijos, que son en realidad los que más importan y no la política educativa del Gobierno de la Comunidad de Madrid.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 5 de junio de 2004