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MOTOCICLISMO | Gran Premio de Italia

Día de gloria para el modesto Xaus, que se codeó con los mejores

Entre los españoles que compiten esta temporada en el Mundial de MotoGP se encuentra Rubén Xaus. Es un piloto atípico. Su carrera ha trazado una trayectoria muy diferente de la habitual. Disputó cinco carreras en 250cc, pero de eso hace ya nueve años. Desde entonces, este piloto nacido en Barcelona hace 26 años y residente en la vecina Sant Cugat, se dedicó a competir en campeonatos paralelos al Mundial, los de Supersport y Superbikes. La pasada temporada, después de concluir en el segundo puesto del campeonato de Superbikes, por detrás del inglés Neil Hodgson, se integró en el equipo Ducati que capitanea el ex mundialista D'Antin. Ayer fue su día de gloria. Por momentos encabezó la prueba y concluyó en la quinta posición, toda una hazaña para un piloto en sus circunstancias.

Los inicios de Xaus en el presente Mundial no fueron esperanzadores. En la primera prueba, el Gran Premio de Suráfrica, no pudo pasar de la cuarta vuelta debido a problemas mecánicos; en la segunda, en Australia, tuvo que ser hospitalizado a causa de una fuerte caída durante los entrenamientos; en la tercera, en Francia, mejoró y acabó en los puntos, 14º. Pero nada hacía presagiar la estupenda carrera que hizo ayer en Mugello, circuito en el que nunca antes había corrido. Cierto es que el asfalto mojado le favoreció.

"Había mucha agua en la zona alta del circuito", admitió Xaus. Su espectacular remonte, superando a todos los favoritos, hizo levantar enardecidos a los españoles presentes en el circuito. Para el piloto barcelonés, lo importante había sido antes: "La carrera ha sido una anécdota y la parte más real ha sido la primera, en seco. Ahí estaba más en mi sitio, pero en la segunda parte, con lluvia, ha sido muy emocionante verme allí luchando contra una Yamaha, otra Ducati y cuatro Honda; son todos unos pilotos excelentes y estaba alucinado cuando me he visto delante de ellos. En agua es siempre todo mucho más delicado y creo que un quinto es un gran resultado para mí porque en esas condiciones, lloviendo y todos con slicks [neumáticos sin dibujo para piso seco] y frenos de carbono, hubiera sido muy fácil caer y, además, hacerlo involucrando a otros porque rodábamos muy juntos. Ha sido un fin de semana fantástico para mí".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 7 de junio de 2004