"Somos partidarios de que todos los países miembros de la UE avancen al mismo tiempo. Pero rechazamos que la tardanza o falta de ambición de uno o varios socios frene al conjunto o a aquellos que quieren y pueden ir más deprisa o más lejos. El mantenimiento de la unanimidad para la toma de decisiones, la no atribución de las competencias adecuadas y la escasez del presupuesto disponible son resultado, en bastantes casos, de que algunos países miembros, por decisión de sus Gobiernos, por deseo de su ciudadanía o por tradición histórica no quieran ir más allá. Nosotros estamos a favor de la utilización y puesta en marcha de cooperaciones reforzadas entre Estados miembros. El euro es un buen ejemplo de cooperación reforzada saldada con éxito".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 9 de junio de 2004