Las velas, mensajes y flores que los ciudadanos han ido depositando espontáneamente en las estaciones de Atocha, Santa Eugenia y El Pozo, hasta convertirlas en una especie de santuario, han dejado paso al llamado espacio de palabras, que consiste en un atril con un escáner sobre el que se pone la mano y un teclado, donde las personas pueden dejar sus mensajes de apoyo a las víctimas del 11-M.
La novedad también reside en que los que deseen solidarizarse lo pueden hacer desde casa. La página web www.mascercanos.com permite enviar mensajes a través de Internet, de modo que luego se puedan consultar en la web.
La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, fue la primera ayer en dejar su mensaje en uno de los dos espacios de palabras instalados en Atocha. "Que nadie tenga que pagar jamás el precio que pagasteis vosotros por ser libres", reza en el texto de la ministra, la cual expresó su comprensión con los trabajadores de las estaciones, que en varias ocasiones se habían quejado de la tristeza que suponía ver a diario los santuarios improvisados. Pero no todos están de acuerdo con el nuevo método.
Miguel Ángel y Paco trabajan en Atocha. Ambos comparten la idea y "el derecho" de los ciudadanos a expresar su solidaridad, pero mientras Miguel Ángel prefiere el espacio de palabras -"era muy duro ver esto todos los días"-, Paco considera que el santuario con las velas "era más emotivo y te llegaba más al corazón". Todos los mensajes que se han depositado en las estaciones se incluirán en un libro que sirva de testimonio.
Atocha fue ayer un goteo continuo de visitantes, muchos de ellos como Antonio José y Anastasio, que acuden con frecuencia a la estación. "Es una buena solución para tenerlos presentes, porque con las velas era demasiado emotivo", afirmaron.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 10 de junio de 2004