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NOTICIAS Y RODAJES

Subasta de los objetos personales de Katharine Hepburn

Sotheby's pone a la venta más de 2.000 piezas, desde joyas a manuscritos y fotos

Para las estrellas de Hollywood, la muerte nunca es definitiva y Katharine Hepburn lo ha demostrado esta semana en Nueva York en el idioma que Estados Unidos mejor conoce: el del dinero. Cuando está a punto de cumplirse el primer aniversario de su fallecimiento, Sotheby's ha organizado una subasta, que finaliza hoy, con más de 2.000 objetos personales que pertenecieron a la protagonista de La Reina de África y que inicialmente se estimaba que podrían alcanzar un valor total cercano a los 800.000 dólares. "Pero hemos recibido cientos de llamadas y al menos 1.000 personas nuevas se han registrado para poder pujar, así que es muy probable que la subasta se dispare y suba por encima del millón y medio. No quiero hacer previsiones temerarias, pero somos muy optimistas" . Leila Dunbar, directora del departamento de colecciones, lo explicaba el pasado miércoles frente a la cama de la residencia de verano de Hepburn, sus maletas de Louis Vuitton, una vitrina llena de pasaportes y agendas con los teléfonos de personajes como Frank Sinatra, y su primer contrato con los estudios RKO por la película Doble sacrificio.

El decorado era parte de la exposición que organizó Sotheby's con todos los objetos que iban a ser subastados y que adquirieron un halo especial cuando la sobrina de la estrella, Katharine Houghton -la que interpretaba a la novia de Sidney Poitier en Adivina quién viene esta noche, por la que Hepburn recibió su tercer Oscar- acudió el miércoles al encuentro de unos cuarenta admiradores de la actriz para hablar de los secretos que se escondían detrás de cada pieza. "Este broche (estimado en 15.000 dólares) se lo regaló el millonario (y productor) Howard Hughes y a ella le encantaba, pero años más tarde provocó los celos de Spencer Tracy, que le pidió que no se lo pusiera más. Así que ella se lo dio a mi madre", explicó Houghton, una de los 16 herederos de una actriz que no tuvo hijos y que probablemente pueda vivir el resto de su vida del resultado de esta subasta.

Frente a una audiencia que había pagado 50 dólares por escucharla durante una escasa media hora, Houghton también desveló la identidad de la primera propietaria de un sencillo espejo de tocador. "Era de Ellen Terry, la actriz favorita de Katharine. La admiraba porque se dedicó al teatro y ella siempre quiso haber hecho más teatro", dijo. Pero, para desesperación de los más cinéfilos, Houghton sólo hizo comentarios sobre una decena de objetos y no explicó nada sobre una de las piezas que más curiosidad han provocado: el Spencer Tracy portátil, un pequeñísimo busto en bronce hecho por Hepburn del que fuera el amor de su vida y una de sus mejores parejas en la pantalla. "Es de lo más buscado. Katharine lo llevaba siempre consigo cuando viajaba", comentó Dunbar sobre una escultura que aparecía sobre el escritorio del propio Tracy en la película Adivina quién viene esta noche y que antes de la subasta, que empezó ayer, tenía un precio estimado de entre 3.000 y 5.000 dólares. Dunbar también explicó que el contrato de la película Historias de Filadelfia, gracias a la que Hepburn recuperó las riendas de su carrera y comenzó a imponer sus propias reglas a la industria, también había despertado mucho interés. "Aunque el manuscrito original de su autobiografía, Me, es de lo más apetecible de la subasta", subrayó.

Curiosamente, los cuadros de esta actriz, que se dedicó a pintar paisajes a lo largo de toda su vida y también se atrevió en varias ocasiones con el retrato y autorretrato, se ofrecían en la subasta a precios "extremadamente bajos", según destacó The New York Times. "Pero nunca se ha vendido antes una obra de arte de Hepburn, así que no hay precedente", explicó Dunbar para justificar que se estimara entre 200 y 400 dólares la media de las obras. Sin embargo, los precios de esos cuadros eran quizá lo más asequible de una subasta en la que, paradójicamente, y a pesar de que Katharine Hepburn pasó siete décadas dedicada al celuloide, apenas había objetos vinculados al cine, ya que la mayoría de las cosas relacionadas con su profesión fueron donadas por ella antes de morir.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de junio de 2004