Estudio de Walker.
Treatise, 1832.
Si el lector considera que esta posición es para principiantes, le esperan grandes sorpresas. De hecho, el británico George Walker (1803-1879), aseguró al publicarlo que es tablas. Años después, su compatriota Josef Kling (1811-1876) descubrió que las blancas ganan, incluso si no les toca jugar. Obviamente, el plan consiste en atacar el peón de c5 por el centro, dando un rodeo. Pero hay que hacerlo evitando al mismo tiempo que el rey negro se coma el peón de a2 y llegue a tiempo a la crítica casilla b4. Eso es precisamente lo que ocurre si las blancas no maniobran con exquisito cuidado. La clave está en dos recursos muy útiles en este tipo de finales: la triangulación para ganar tiempo y el buen uso de las "casillas conjugadas": 1 Ra3!, Rb6 2 Rb2!, Ra5 3 Rb3! (ésta era la triangulación. Veamos por qué era imprescindible: si 3 Rc3?, Ra4 4 Rd3, Rb4 5 a3+, R - a3 6 Re4, Ra4! -si 6... Rb4 7 Rd5, y las blancas ganan- 7 Rd3! -pero no 7 Rd5, Rb4, y ganan las negras- 7... Rb3 8 Rd2, R - c4 9 Rc2, tablas, porque juegan las negras) 3... Ra6 4 Rc3, Ra5 5 Rd2!! (Walker concluía aquí que la posición es de tablas con 5 a3, Ra4 6 Rd3, R - a3 7 Re4, Ra4, etcétera, como ya hemos visto. Pero Kling descubrió que el rey blanco gana tomando la oposición diagonal) 5... Ra4 (aquí está el concepto de las casillas conjugadas: a4, que permite a las negras acceder a a3 y b4, se corresponde con e3, donde el monarca blanco controla e4 y d3. Por eso no funciona 5... Rb4, dado que 6 Rd3 dejaría a las blancas en una posición ganadora) 6 Re3, Rb4 7 Rd3, Ra3 8 Re4, Ra4 9 Rd5, Rb4 10 a3+, y las blancas ganan, ahora sí, fácilmente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 12 de junio de 2004