Frente al rotundo consenso sobre el potencial que el deporte tiene como herramienta de desarrollo, los expertos reunidos en el diálogo El deporte: diálogo universal. Foro mundial de educación, cultura y deporte, identificaron con la misma rotundidad los peligros que rodean la práctica deportiva: el dopaje, la violencia y la comercialización. En el diálogo también se destacó la cara positiva del deporte, como arma contra la pobreza.
"Además de ser trampas, los tres [dopaje, violencia y comercialización] atentan contra la credibilidad y los valores que promueve la práctica deportiva. Son malos ejemplos e instrumentalizan el mundo del olimpismo", argumentó el director del diálogo, Pere Miró.
Las ponencias finalizaron ayer por la tarde después de tres días de debate en los que han participado 700 personas de 170 países. El tema del debate ha sido el papel del deporte en la educación y la cultura, en el desarrollo sostenible y en la creación y el fomento de condiciones de paz. "Se ha constatado que el deporte es una herramienta para la educación integral de las personas y que puede contribuir al desarrollo de las sociedades si se evitan los peligros que lo acechan", sintetizó Miró.
En las sesiones han participado expertos y deportistas ya retirados pero que siguen vinculados al mundo del deporte. La atleta marroquí Nawal el Moutawakel, medalla de oro en los Juegos de Los Ángeles, señaló el papel que los deportistas pueden tener "como modelos para los jóvenes en la superación de obstáculos", en referencia textual a la prueba que ella misma venció en 1984, los 400 metros vallas. Sobre los deportistas retirados, alabó el papel que muchos desarrollan como "embajadores de buena voluntad en la lucha contra la pobreza o el hambre en agencias de Naciones Unidas".
El también ex campeón olímpico Kip Keino, que actualmente preside el comité olímpico de Kenia, expresó que el deporte "es lo único que puede unir a los jóvenes del mundo" y definió la práctica deportiva "como una gran herramienta, sumada a la educación, para resolver los problemas en África". Keino alentó a los gobiernos a invertir más recursos en infraestructuras deportivas.
Por su parte, Giovanni di Cola, responsable de programas de desarrollo a través del deporte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), afirmó que el deporte puede ser un arma para luchar contra la pobreza y las situaciones de marginalidad. "El deporte tiene la capacidad de influir de forma transversal en muchos aspectos sociales, como la salud y la educación, y es un vehículo de transmisión de valores positivos, de la experiencia en compartir e intercambiar", aseguró este experto. Los programas de desarrollo a través del deporte que dirige Di Cola se pusieron en marcha hace dos años por encargo directo del secretario general de Naciones Unidas. Giovanni di Cola destaca también la función que los programas que dirige tienen en la resolución de conflictos. "La capacidad del deporte para fomentar intercambio y condiciones de convivencia es innegable", afirma.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de junio de 2004