Cuando todavía recordamos el impune suceso donde unos desalmados cortaron las patas a una veintena de perros en una protectora de Tarragona y en un día en el que, casualmente, otros dos periódicos importantes recogen en titulares un suceso de igual brutalidad como es el apaleamiento hasta la muerte de seis perros en la perrera de Aranjuez, ustedes caen en el odioso tópico de ciertos periodistas presuntamente "progres" de intentar ridiculizar a los ciudadanos y a la legislación de otro país donde, por fortuna, los actos de crueldad hacia los animales son un delito castigado con años de cárcel.
Cadena perpetua por matar a su perro, escriben en un demagógico titular. Resulta que en California al tercer delito te condenan a cadena perpetua y estos casos deben ocurrir a diario sin que sean noticia para nadie. Pues bien, sin entrar a valorar el sistema judicial californiano si, en el caso que nos ocupa, el afectado, con dos delitos mayores a sus espaldas, hubiera atracado con violencia una gasolinera, nadie hubiera rechistado por su "enchironamiento" de por vida.
Pero lo que a algunos "progres" les rechina, es que el tercer delito de este individuo haya sido la nimiedad de "golpear a una pastora alemana con un palo de golf, clavarle una estaca y cortarle la cabeza con unas tijeras de jardinero". Habida cuenta que hacer eso mismo en España es gratis (sólo cabe recordar el caso del hombre que mató a su perro con una tijeras de jardín hasta desangrarlo en plena calle del centro de Madrid y en presencia y ante la pasividad de la policía, y al que ni siquiera le pusieron una multita) a algunos les escandaliza que en otros países esto sea un delito castigado con cárcel.
Muchos llevamos años clamando porque el Código Penal español tipifique como delito con penas importantes de prisión semejantes actos de crueldad hacia los animales y esperamos que esto pronto se convierta en realidad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 14 de junio de 2004