Zidane, acusado a menudo de introvertido y de rehuir la responsabilidad de liderazgo en el vestuario, no tenía dudas de quien debía soportar el peso de la presión para lanzar el golpe franco que se convirtió en el primer acto del milagro de Francia ante Inglaterra. "Tan pronto como existió la falta sobre Makelele, sabía que la tenía que lanzar. Lo sentía", reconoció ayer a la agencia France Press.
Zidane se había preparado especialmente para la ocasión, como si previera lo que le deparaba el destino. "Dos días antes, durante el entrenamiento, me quedé con Henry a lanzar golpes francos contra Landreau [el tercer portero de Francia] y había tenido buenas sensaciones", afirmó. Falta le hacía a Zizou ajustar el tacto tras su marginación en el Madrid en favor de Roberto Carlos y Beckham en los lanzamientos a balón parado. Y la ocasión se le presentó en el minuto 91. "Cuando me situé en el lugar de la falta, pensé que el gol sólo podía llegar a balón parado y después, simplemente, tiré. No sentí ninguna presión especial", comentó con su habitual tranquilidad.
Zidane asumió la responsabilidad de una selección que le necesita tanto como le adora la afición, pero no perdió un minuto en destacar el papel de Barthez y ensalzarle como el primer obrador del milagro francés. Cuando Barthez atajó el penalti lanzado por Beckham, Zidane ratificó lo que ya pensaba tras el gol de Lampard, que era posible remontar: "Hasta el final no hay que acelerarse. Con el 2-0 habría sido muy difícil darle la vuelta".
Ambos subieron a los altares de Francia y para ello, su compañero del Madrid, Beckham descendió a los infiernos. Al término del encuentro, Zidane se acercó a él: "Al acabar el partido he cambiado la camiseta con Beckham, pero no le he dicho nada. En esos momentos es mejor dejarle tranquilo". No obstante, Zidane también realizó una autocrítica colectiva porque la selección francesa no encontró soluciones al juego de los ingleses "y hubo aspectos negativos que hay que corregir". No siempre se producen milagros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 15 de junio de 2004