El síndic de greuges, Anton Cañellas, destacó ayer que el que hoy será designado su sucesor en el cargo, Rafael Ribó, tiene el principal reto de su gestión en la inmigración. Según apuntó Cañellas, esta cuestión debe "afrontarse de forma más realista", velando por que no se vulneren "los derechos de todos los ciudadanos, sean o no catalanes, tengan o no papeles". El síndic de greuges en funciones advirtió así contra "decisiones genéricas que no se pueden ejecutar", como las órdenes de expulsión que pesan sobre inmigrantes en situación irregular que no pueden permitirse "comprar en una agencia de viajes un billete". Cañellas aseguró no defender la concesión de "papeles para todos", pero insistió en que se debe evitar "que se vulneren los derechos de estas personas" y velar también por que estas situaciones no deriven en la aparición de brotes de "una xenofobia absolutamente negativa".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de junio de 2004