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La Unctad exige reducir barreras comerciales entre países en desarrollo

Río de Janeiro

La IX Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), que se está celebrando en São Paulo, ha resucitado el Sistema Global de Preferencias Comerciales (SGPC), creado en 1989 y que nunca había arrancado, para permitir reducir las barreras comerciales entre los países en desarrollo sin extender dicho beneficio a los países desarrollados.

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha lanzado en la Unctad una provocación afirmando que Brasil está dispuesto, por su parte, a importar productos de los países del Mercosur, aunque sean más caros. Según Lula, Brasil tiene que ayudar a exportar a los países más pobres, "aunque sus productos no sean los más baratos". Y ha hablado concretamente de comprar arroz de Uruguay y de ayudar a Bolivia a producir aquello que Brasil le compraría.

La idea de desempolvar el SGPC no ha sido vista con buenos ojos por la Organización Mundial del Comercio (OMC). Su director general, Supachai Panitchpakdi, piensa que los países en desarrollo tendrían mayores ventajas abriendo negociaciones a traves de la ronda de Doha. Sin embargo, Kofi Annan, presente en São Paulo, le respondió que las negociaciones multilaterales que están intentando los países en desarrollo son "muy prometedoras", y ha añadido que puede ser esta XI Unctad un momento decisivo de lo que Lula llamó "una nueva geografía del comercio mundial".

Lula ha aprovechado la Conferencia de la Unctad para informar que Brasil está totalmente empeñado en recrear la política del Mercosur y anunció que antes de final de año entrarán en contacto con el Mercosur los países de la comunidad andina: Perú, Ecuador, Venezuela y Colombia.

Al mismo tiempo, Estados Unidos, por boca de la delegación americana presente en la Unctad, ha rechazado la idea lanzada en la apertura de la Conferencia por Lula, de crear un nuevo Plan Marshall para los países pobres. Terry Miller, jefe de la delegación americana afirmó que la mejor manera de ayudar a los países emergentes es promover reformas estructurales y tributarias para atraer las inversiones extranjeras.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de junio de 2004