La Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), que representa a los ejecutivos de las empresas más importantes, pidió al Ejecutivo argentino que tome medidas "contundentes" contra la inseguridad "que está afectando el desarrollo económico".
El reclamo público realizado por esta asociación, en una comida a la que fue especialmente invitado el ministro de Justicia y militante católico, Gustavo Béliz, fue apoyado luego por los portavoces de la Unión Industrial Argentina (UIA), organizaciones empresarias y sectores de la oposición política.
"La inseguridad física es tan grande que comienza a ahuyentar a muchos", advirtió Preusche antes de hacer un recuento de los incidentes más violentos de la última semana: la ocupación de la sede de Repsol YPF por piqueteros que exigían la donación de bombonas de butano para sus comedores comunitarios; la mutilación de dos operarios de una empresa contratada por la eléctrica Edenor, a los que les cortaron la falange del dedo índice porque se disponían a cortar el servicio a los morosos de un barrio de la periferia de Buenos Aires; el robo de más de 60.000 kilómetros de cables de telefonía y la ocupación de propiedades privadas. El Gobierno dijo que se están dando "los primeros pasos para controlar la situación".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de junio de 2004