Cerrado. Las ruinas de Babilonia ya no podrán recibir visitas. No es que la situación de Irak facilitara el acceso a uno de los lugares arqueológicos más representativos de la antigua Mesopotamia, pero al menos hasta ahora la ocupación del país no había impedido su visita a los iraquíes y al puñado de extranjeros destinados en este país. Sin embargo, los problemas de conservación, entre ellos las humedades que se detectaron en febrero, han llevado a los militares polacos, responsables de la zona, a clausurar el acceso, excepto a los arqueólogos, con el fin de realizar un estudio sobre su conservación.
"Como resultado de nuestra preocupación por la seguridad y el mantenimiento del antiguo y valioso yacimiento arqueológico de Babilonia, hemos decidido iniciar un estudio exhaustivo para establecer la mejor forma de preservar el lugar mientras dure nuestra estancia aquí", anunció anoche en un comunicado el general polaco Mieczyskaw Bieniek, jefe de la División Multinacional Centro-Sur. Las tropas polacas, al mando de esa fuerza, establecieron su sede junto a las ruinas de Babilonia, a unos cien kilómetros al sur de Bagdad, nada más hacerse cargo de esa región iraquí el verano pasado.
El general Bieniek, del que dependieron las tropas españolas hasta su retirada en mayo, subraya que el estudio es parte de los esfuerzos que realiza la División "con el objetivo de conservar el lugar para las futuras generaciones". De las palabras de Bieniek se desprende que las maniobras de sus tropas pueden estar afectando a este legado de 4.000 años. "Este estudio nos ayudará a determinar cómo y dónde debe moverse nuestro equipamiento pesado", explica el general.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de junio de 2004