Los 213 miembros del Cuerpo de Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid tenemos una gran preocupación por el futuro de nuestra función pública. Sirva de expresión de mi desánimo y de todo un colectivo por el olvido que la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio tiene en regular nuestra labor.
Tengo muchas preguntas, y las respuestas no son alentadoras para una profesión con mucha tradición. Las leyes y sus reglamentos ordenan la convivencia y el respeto entre todos, y también con el medio ambiente. Las administraciones las hacen cumplir. ¿Pero quién en nuestros campos, ríos y montes? ¿Los animales atropellados, las encinas taladas o incendiadas, las truchas que se refugian río arriba...? ¿Tal vez el alcalde de Robledo de Chavela?
Los agentes forestales tenemos muchas funciones derivadas de la Ley 1/2002, y nos falta jefe, estructura y organización efectiva, apoyo jurídico, unos protocolos en incendios forestales eficaces, actas de inspección formalizadas, un reglamento. ¿La Comunidad de Madrid hace cumplir la Ley 1/2002? ¿Es mobing institucional? ¿Procura un medio ambiente sostenible y de calidad? Bueno, gasta dinero de todos. ¿Alguien exige que se haga buena gestión de éstos?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 20 de junio de 2004