Epelde eta Larrañaga, el bikote formado por el panderetero y cantante Angel Larrañaga y el trikitilari Tomas Soraluze, Epelde, acaba de publicar Agur (editado por Triki-Elkar), un tercer disco que viene trufado de ritmos e instrumentación tradicional, propios de las romerías populares, aunque sus 14 composiciones sean de cosecha propia. Los editores identifican con "la fiesta" un trabajo que incluye tanto fandangos y arin-arin como valses y pasodobles, y cuya presentación está ambientada entre kupelas y los manjares más característicos de las sidrerías.
Tanto Epelde como Larrañaga están ya próximos a cumplir los 60 años, pero forman pareja artística desde hace sólo un lustro. Con anterioridad, la pareja de Azkoitia, valedora del folclor vasco, había editado otros dos elepés, Elkarrenondoan y Noiz arte. El nuevo se grabó el pasado mes de marzo, bajo la supervisión técnica de Jean Phocas y la producción de Iker Allur, y cuenta entre sus atractivos y peculiaridades el utilizar "un euskera cercano y popular".
Sones étnicos
Otro disco construido con la instrumentación tradicional es el estreno de Ttakunpa, un conjunto que sustenta su propuesta sobre el sonido de la txalaparta y otras percusiones. El fruto es una grabación, autoeditada, que se abre con el sonido de didgeridoo y funde sonidos autóctonos con otros de regusto étnico que remiten al continente africano, a países como Malí y Senegal.
En vivo complementan su puesta en escena con coreografías propias basadas en danzas africanas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 20 de junio de 2004