En pleno centro de Málaga, la Calle Cortina del Muelle es una zona de acceso directo a la Catedral, rodeada de edificios del XIX, la Diputación, el hotel Málaga Palacio, la Plaza de la Marina, el futuro Museo de Bellas Artes de la Aduana y que además está junto a un parque donde juegan niños y pasea la gente.
Esta zona tan emblemática, que se está degradando día tras día, con aceras levantadas y alcorques poco cuidados, ya que el Ayuntamiento no hace nada por solucionarlo, se ha convertido en un par de días en una zona aún más deslucida, pasando a ser zona de carga y descarga permanente (de 8.00 a 24.00) de camiones que abastecen a toda la zona centro de Málaga.
Yo no sé a qué cabeza (¿pensante?) del Ayuntamiento se le habrá ocurrido la brillante idea de montar un muro de camiones que confunde una calle de primera (a la cual se le paga al Ayuntamiento como tal) en una calle de tercera, ya que ahora ya no sabemos si con este desperdicio estamos en el Mercado de Abastos, el Mercado Central o en una zona portuaria de carga y descarga. No sólo eso sino que para más inri los transportistas de dichos camiones van haciendo montañas de cajas de botellas vacías y barriles de cerveza, imposibilitando el paso a los transeúntes.
Mucho me temo que como desde nuestro Ayuntamiento sigan surgiendo ideas tan poco brillantes como ésta, Málaga va a tirar por la borda todo el esfuerzo que está haciendo por hacer renacer esta ciudad, realzando la belleza, la cultura, el arte y todo lo que tiene que seguir enseñando al mundo.
Málaga se va a convertir en un ejemplo de ciudad que no hay que visitar, y eso se deberá a que gracias a las ideas de unos pocos la imagen inicial de esta ciudad se va a convertir en nefasta.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 21 de junio de 2004