Recurro a usted ya que por otra vía no hay forma de que un usuario pueda defenderse ante la depredación de Telefónica.
El pasado mes de mayo, Telefónica me presentó a cobro un recibo incorrecto. Protesté ante la compañía y lo notifiqué a la Junta Arbitral de Consumo y a la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones.
Tengo en mis manos una reciente disculpa de la dirección de Telefónica, reconociendo su pasado error y notificando su subsanación. La Junta y la Secretaría de Estado me han aplicado el tradicional silencio administrativo. Pese a la disculpa y haber un saldo a mi favor, vuelven a insistir ahora en el error y me cortan el teléfono. Conclusión: me deben dinero, reconocen que es así y además me castigan por ello.
Señores múltiples directores: si con sus sueldos no les llega, no se preocupen, en mi casa tienen un plato; donde comen tres pueden hacerlo mil o los que sean, pero no quieran quedarse con toda mi pensión. Y si es posible, que los ineptos sigan cobrando, aunque sin ejercer, por favor.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 21 de junio de 2004