Francisco Prada, de 41 años, reconoció ayer ante el jurado que el 4 de abril de 2003 mató a su esposa de dos puñaladas en la calle de Hugo de Moncada de Valencia después de una discusión en la que de fondo estaban los celos y "el desprecio y la provocación" con la que aseguró ella lo trataba. Su relato no incluía la premeditación del crimen, pero la fiscal considera que sí porque hay pruebas de ello que expondrá al jurado en los próximos días de vista. Por ello, solicita para él 19 años de cárcel, inhabilitación absoluta durante ese tiempo y 180.000 euros de indemnización para los tres hijos de la pareja por los daños.
Francisco Prada y María José Traver se casaron en 1985. Consta en la calificación que "las relaciones de pareja fueron deteriorándose a consecuencia de los celos que él padecía". El 13 de febrero de 2003 la víctima presentó denuncia contra el acusado por supuestas amenazas de muerte e insultos, y se marchó de casa, refugiándose en el domicilio de una prima del imputado de la que era amiga. Dos semanas después, ella retiró la denuncia y ambos suscribieron un convenio regulador de la separación en el que supuestamente de mutuo acuerdo la custodia era para él. El 4 de abril de 2003, tras reiteradas llamadas, el imputado acudió al bar de su prima para hablar con su mujer, discutieron, salieron a la calle y en la acera la mató. Según dijo él ayer no podía soportar el "dolor de mis hijos" y que ella no negara la posibilidad de que estuviera manteniendo otras relaciones.
La defensa pide entre 3 años y 9 meses, y cinco años. Considera que él fue víctima del desprecio de ella, además de responsabilizarle de deudas varias. Defiende que fue un homicidio bajo los efectos del alcohol.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de junio de 2004