Las patronales de los sectores afectados por el encarecimiento de la factura eléctrica discreparon ayer en sus valoraciones del plan de asignación de emisiones. Gonzalo Urquijo, presidente de la patronal siderúrgica Unesid, aseguró ver con "preocupación" el reparto de emisiones. "Hemos hecho un gran esfuerzo y, respecto a 1990, hemos reducido las emisiones un 20%, cuando nuestra producción se ha aumentado un 40%".
Sin embargo, el presidente de la patronal metalúrgica Confemetal, Carlos Pérez de Bricio, afirmó: "Creo que este plan de emisiones no va a causar grandes problemas, y en principio podemos transmitir una cierta tranquilidad, pues hay tiempo para acometer la reducción de emisiones hasta 2008".
El vicepresidente de la Asociación Nacional de Empresas Grandes Consumidoras de Energía, Javier Penacho, apostó por "una mínima subida" de las tarifas eléctricas para financiar la compra de derechos de emisión de CO2 por parte de las eléctricas
"Si obligas al sector eléctrico a comprar derechos de emisión, el coste de producción sube", indicó Penacho. "Si el coste del CO2 va por la vía del pool eléctrico, la repercusión en los consumidores puede ser muchísimo mayor que si se entiende que esto del CO2 es un sobrecoste y va por la vía de la metodología de tarifas".
Plan "realista"
El secretario confederal de Medio Ambiente y Salud Laboral de CCOO, Joaquín Nieto, calificó de "realista" el texto. "Lo que se nos ha presentado hoy es un plan de estabilización, un plan muy realista, en el límite de lo que sería necesario para cumplir con los objetivos de Kioto", afirmó Nieto. "Lo que necesita este país de momento es no subir más las emisiones y empezar a reducir. La reducción que se plantea es incipientemente limitada. Eso va a favorecer que los sectores industriales puedan cumplir".
El portavoz nacional de Los Verdes y diputado adscrito al Grupo Socialista en el Congreso, Francisco Garrido, rechazó el actual borrador porque, a su juicio, el programa del Gobierno es "parco, contradictorio e insuficiente". Según él, supone una concesión excesiva a las industrias eléctricas, algo que acogen con "preocupación y sorpresa".
El portavoz del grupo de IU-ICV en el Congreso, Joan Herrera, consideró "positivo" el plan, si bien ha alertado del "riesgo de que las empresas abusen de los mecanismos de flexibilidad y opten por contaminar más". Según Herrera, "lo más positivo de todo es que no permite que las eléctricas hagan un pool"´.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de junio de 2004