En la página 5 de EL PAÍS del 12 de junio de 2004, sección Comunidad Valenciana, aparece una foto de los señores Valcárcel, Camps, Acebes y Zaplana. Por la expresión de sus rostros da la impresión de que se les acaba de aparecer la Virgen en forma de trasvase del Ebro. Pero por la dirección en la que miran, parece que a cada uno se le aparece en un lugar diferente. A estos trasvasistas señores (¡cómo les gustan los trasvases! A alguno, incluso, el trasvase de votos) les llevaría a hacer un recorrido por muchos de nuestros pueblos donde aún se riega por inundación, donde se despilfarra mucha agua y donde, gracias a la cultura del cemento, ya no queda nada que regar. Al señor Valcárcel le diría que no se puede mendigar agua y, al mismo tiempo, presumir de tener los mejores campos de golf de Europa; que no se puede mendigar agua y, al mismo tiempo, tener un río (el Segura) convertido en una auténtica cloaca y, además, del que parece que todo el mundo tiene permiso gubernamental para robarle el agua sin que nadie le pare los pies. Al señor Acebes le diría que a ver si tiene la más ligera idea de lo que supone llevar el agua desde el Ebro hasta Almería. Ya puestos, ¿por qué no también la del Miño? Al señor Camps le preguntaría cuándo va a empezar a ejercer en serio de presidente de la Comunidad Valenciana. Y al señor Zaplana no le diría nada, no vaya a ser que vuelva. En Madrid está bien, aunque demasiado cerca.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de junio de 2004