Ni suecos ni daneses se quisieron dar por aludidos por las sospechas de Italia de que habían pactado el resultado de su choque. El delantero sueco Larsson fue el más irónico: "Un amaño habría sido imposible hasta para Steven Spielberg. No existió". Y prosiguió: "Lo siento por los italianos, pero así es el fútbol. Unas veces se gana y otras se pierde". Su compañero, el portero Isaksson, fue menos ingenioso, pero igual de contundente: "Queríamos ganar".
Morten Olsen, el seleccionador danés, no quiso siquiera oír mencionar la posibilidad de un apaño: "Es ridículo que se hable de un resultado acordado para dejar fuera a Italia. Me niego a contestar a esas insinuaciones". Tomasson, el autor de los dos goles daneses, fue más allá en su negativa y afirmó: "Yo quería que pasase Italia". Tomasson, que milita en el Milan, calificó el juego sueco de "muy aburrido" y recalcó que él había "cumplido" con sus tantos.
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Tampoco el técnico sueco, Lars Lagerback, quiso extenderse sobre las suspicacias, pero consideró que no podía haber "ninguna duda" sobre la "limpieza" del partido. Sobre la circunstancia de que ninguno de los dos equipos mostrase el menor interés en atacar en los últimos instantes del encuentro, Lagerback fue tajante: "Eso es muy normal. Cuando a dos equipos les favorece un resultado y apenas resta tiempo, lo que se busca es defenderlo".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de junio de 2004