Héctor Reguera, de 24 años, que se quitó la vida el pasado lunes en la localidad de Doneztebe rociándose con gasolina causó intencionadamente las quemaduras que padecieron su novia, Eider Otxandorena y la madre de ésta, Margarita Martiarena, al abrazarse a ellas envuelto en llamas. La declaración policial ha aclarado el suceso ocurrido en el bar del club de jubilados de Doneztebe.
No se conocen los motivos por los que Reguera discutió el día anterior con su novia, Eider, con la que llevaba saliendo unos meses, pero sí se ha determinado que tras entrar en el local y prenderse fuego el suicida abrazó a la chica mientras ésta intentaba apagar las llamas. La joven y su madre permanecían ayer ingresadas en el hospital Virgen del Camino de Pamplona.
El alcalde de Doneztebe, Ramón Etxebeste (EA), señaló que el joven pertenecía a la cuadrilla de su propio hijo y añadió que el hecho ha conmocionado a la localidad, de 1.500 habitantes, que este viernes inicia sus fiestas. "Era un chico normal, muy aficionado a los coches y a las motos y quería sacar el carné de piloto", explicó el alcalde. Cientos de personas asistieron en la tarde de ayer al funeral por Reguera.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de junio de 2004