Una gran puerta de aluminio y cristal opaco da paso desde la calle Fica 12-14, de Bilbao, al interior de la mezquita Badr, la principal de la capital vizcaína (existe otra en la zona de Bilbao la Vieja). Tras la entrada se abre un enorme espacio, diáfano a excepción de seis columnas, cuyo suelo está totalmente cubierto por alfombras de color verde claro surcadas de rayas blancas paralelas. Los visillos blancos tamizan la luz, manteniendo el espíritu íntimo del lugar. La estancia se halla parcamente amueblada, apenas con tres pizarras, dos estanterías con ejemplares del Corán y un púlpito desde el que predica el imán.
Es la estancia principal de la mezquita Badr, que ayer celebró por primera vez una jornada de puertas abiertas, pero existen más estancias: una segunda sala de oración, el gran lavabo para las abluciones, la habitación del imán y una cocina. Un amplio local que ha sido comprado por la comunidad musulmana "con las aportaciones de los fieles", afirma Moulay Driss Sadiki Amraoui, el presidente de la asociación sociocultural marroquí Al Manar. "No hemos recibido ninguna subvención de las instituciones", recalca.
Moulay Driss precisa que la comunidad musulmana en Euskadi está compuesta por entre 6.000 y 6.500 personas, de las que entre 2.000 y 3.000 viven en el Gran Bilbao. "Es hora de que la mezquita se abra", dice convencido. "Éste es un lugar de culto y de aprendizaje que ha sido un lugar cerrado, pero tras los atentados del 11-M es hora de que nos abramos, de que la gente pueda conocer quiénes somos".
Tanto él como el imán Abderrahman Fana rechazan los atentados de Madrid y reconocen haberse sentido "un poco incómodos" estos meses. "El islam está en contra de la violencia, que no es sino el arma de los débiles. El Corán dice que el que mata a una persona mata a la humanidad entera. Los terroristas no eran verdaderos musulmanes", dice el imán. Para que los vascos puedan conocer a los "verdaderos musulmanes" se han organizado estas jornadas, que se prolongarán hasta el domingo (aunque invitan a quien lo desee a acercarse en cualquier momento) y que quieren tener continuidad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de junio de 2004