El presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, Rafael Barra, anunció ayer que el puerto de la capital gaditana estrenará, en breve, un nuevo sistema de seguridad que impedirá el acceso de vehículos y ciudadanos ajenos a la actividad portuaria o del muelle pesquero. Este refuerzo de las medidas de control responde a una orden del Gobierno central a algunos puertos españoles.
Sólo podrán entrar en las instalaciones portuarias los trabajadores que lleven tarjetas identificativas. Además, no se permitirá el paseo de los ciudadanos por los muelles o instalaciones portuarias, como era posible hasta ahora. La Autoridad Portuaria colocará tornos en todos los accesos y vallará algunos edificios. Asimismo, habrá varios niveles de protección que se incrementarán en función del nivel de alerta, que oscilará entre 1 y 3. "Se trata de convertir el puerto en un aeropuerto, donde los pasajeros o ciudadanos no pueden ir por las pistas. Aquí ocurrirá lo mismo en los muelles", explicó Barra.
Estas medidas chocan frontalmente con la histórica demanda ciudadana de quitar las rejas del puerto para integrar los muelles en la propia ciudad. También se prohibirá a familiares y amigos despedir o recibir a pie de barco a los marineros del buque escuela Juan Sebastián El Cano.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 26 de junio de 2004