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El fiscal general británico rechaza los tribunales de Guantánamo

El fiscal general del Reino Unido, lord Goldsmith, consideró ayer "inaceptables" los tribunales militares con los que Estados Unidos piensa juzgar a 600 presos que siguen encerrados en la base de Guantánamo, en Cuba. La declaración de lord Goldsmith, que afirma que esos tribunales militares "no ofrecen garantías suficientes" para impartir justicia, ha sido interpretada por los analistas británicos como el final de las negociaciones que desde hace meses mantienen Londres y Washington para pactar un procesamiento aceptable para ambas partes a los cuatro presos del Reino Unido en Guantánamo.

La situación en Guantánamo ha sido uno de los pocos asuntos en los que el primer ministro británico, Tony Blair, ha mostrado abiertas discrepancias con el presidente estadounidense, George W. Bush, en su guerra contra el terrorismo. Pese al firme apoyo de Blair sobre Irak, Bush tardó dos años en repatriar a cinco de los siete británicos de Guantánamo, que fueron puestos en libertad sin cargos cuando llegaron al Reino Unido.

Estos tribunales pueden decidir una condena por mayoría, los jueces y defensores serán militares de Estados Unidos, las apelaciones serían decididas por militares y la decisión final la tomaría el secretario de Defensa y, en su caso, el presidente. Durante meses, ambos gobiernos han negociado en busca de una fórmula que hiciera aceptables esos tribunales para lord Goldsmith. Pero Goldsmith exige que las apelaciones sean decididas por tribunales civiles, no militares, y que no pueda aceptarse como prueba una confesión arrancada con torturas. De sus palabras se deduce que sus peticiones no han sido atendidas y que Goldsmith rechaza que los presos británicos sean juzgados en esas condiciones. El Gobierno se ha comprometido a seguir el dictamen del fiscal general.

[Los inspectores de derechos humanos de Naciones Unidas pidieron ayer el acceso a los presos detenidos por las fuerzas norteamericanas en Irak, Afganistán y Guantánamo para asegurarse de la buena aplicación de las normas internacionales, informa Reuters.]

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 26 de junio de 2004