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OPINIÓN DEL LECTOR

Gestión impresentable

Le escribo en nombre de muchos alumnos de la Universidad Complutense de Madrid recién licenciados en Filología Alemana o a punto de hacerlo, para expresar nuestra más profunda indignación ante la pésima gestión de una empresa, situada en una avenida del madrileño distrito de Vallecas, que estaba encargada de realizar las fotos de orla para los alumnos de la promoción mencionada.

El pasado 10 de diciembre nos citaron en las aulas de nuestra Facultad, lugar en el que, después de un retraso de tres cuartos de hora por su parte, dicho sea de paso, se llevó a cabo lo acordado: cada uno de nosotros pagó un anticipo de 20 euros y ellos nos tomaron las fotografías en cuestión. Hasta ahí todo bien.

Pero resulta que las fotos se nos habrían de enseñar en el plazo de un mes, con el objetivo de decidir personalmente si serían las definitivas o si alguno deseaba repetirlas, para finalmente entregársenos al poco tiempo en la propia Facultad abonando otros siete euros.

Hoy estamos a 24 de junio, han transcurrido seis meses y medio desde aquello y nadie tiene sus fotos. Han acabado los exámenes, no tenemos que volver a la Facultad, y tenemos las manos vacías. Bastante enfadada, y creo que con pleno derecho a estarlo, he llamado a la empresa para conocer el paradero de las fotos y exigir que se nos entreguen ya, y lejos de recibir una disculpa, una breve explicación, se me ha dicho de forma descortés que, y cito literalmente, "después de haber hecho (ellos) la gestión oportuna y dado que se ha acabado ya el periodo de exámenes y nadie tiene que ir a la universidad, se ha decidido que sean los alumnos los que se desplacen a Vallecas a recoger las fotos".

Tate.

Y esto, encima, después de más de medio año. Independientemente de que vivo en Collado Mediano me he negado a ir hasta allí, y he exigido que se me entreguen en el sitio acordado. Tras haberme dejado con la palabra en la boca y tenerme esperando al teléfono varios minutos, se me ha dicho, nuevamente con tono impertinente, que ingrese siete euros en una cuenta y, una vez reciban dicha cantidad, me enviarán las fotos por correo. Considero que ha sido una gestión impresentable, irresponsable y antiprofesional. Me siento estafada.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 26 de junio de 2004