Desayunamos casi todas las semanas con las declaraciones de Txarli Prieto, portavoz del PSE-EE, principal partido de oposición al PP en las Juntas Generales de Álava. Una y otra vez amenaza con privarnos a los alaveses de un gobierno constitucionalista que gobierna razonablemente bien y es el único que impide avanzar al plan Ibarretxe. Lo último son las declaraciones del dirigente socialista en las que afirma que no renuncian a "sumar con nadie", en clara alusión a un posible pacto PSE-PNV para arrebatar la Diputación al PP.
También pretende pasar página, justificando los anteriores pactos PP-PSE por la presencia de Batasuna en las instituciones alavesas. En la actualidad justifica su alejamiento del PP en que "antes se asesinaba por doquier" y era necesario el pacto, y ahora, pese a que la amenaza sigue viva, ya no hay pacto que valga. Debería el señor Prieto explicar a los ciudadanos si realmente existe un pacto con el PNV y qué cuota vamos a pagar los alaveses a cambio. Tras 25 años de gobierno nacionalista, ahora debería ser el momento de dar el paso definitivo para lograr el relevo institucional al nacionalismo y parece que el socialismo alavés va a renunciar a ello.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 26 de junio de 2004