Nueve supuestos activistas palestinos, entre los que se encuentran dos máximos responsables de las milicias radicales de Hamás y las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, murieron ayer en la kasba (ciudad vieja) de Nablús, al norte de Cisjordania, en el transcurso de la operación del Ejército israelí iniciada hace tres días. Bautizada Presión Personal, es una de las incursiones más largas y duras contra la ciudad antigua de Nablús, donde viven más de 20.000 personas. En ella se esconden numerosos militantes radicales palestinos, según los servicios de información israelíes. Un portavoz de las Brigadas juró anoche que la organización vengará la muerte de su jefe.
Un carro de combate disparó un obús contra una casa del centro de la ciudadela en la que se encontraba refugiado el máximo responsable de las Brigadas de Al Aqsa, Nayef Abu Charej, junto con sus guardaespaldas. Los servicios secretos le buscaban desde hace meses, ya que se le considera uno de los cerebros e instigadores del ataque suicida perpetrado contra un restaurante en Haifa, en el mes de noviembre, en el que perecieron 23 civiles.
Con esta acción, el número de muertos en esta operación militar en Nablús se eleva a 12. Aunque se desconoce exactamente la cifra de heridos, fuentes municipales aseguraron ayer que son varios centenares. El gobernador palestino de esta ciudad calificó la operación israelí de "masacre" y pidió la intervención de la comunidad internacional. Abú Rudeina, consejero de Yasir Arafat condenó "los crímenes de Nablús" y calificó la incursión de "grave escalada".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 27 de junio de 2004