La Consejería de Bienestar Social está elaborando un sistema de calidad que se implantará en todos los centros públicos y privados de forma universal y obligatoria en 2005. Para ello, el departamento que dirige Alicia de Miguel está diseñando una unidad de control de la calidad de las prestaciones sociales encargado de dar a luz un Plan de Calidad Global, que se presentará a usuarios, asociaciones y empresas que prestan servicios sociales a finales de julio.
La unidad de control está formada por profesionales de la consejería, en su mayoría por trabajadores del área de inspección, junto a asesores externos y especialistas en el área de calidad. El objetivo de este proyecto es "armonizar las mejores prácticas y procedimientos de todas las prestaciones de la Comunidad Valenciana y alcanzar unos estándares de calidad aceptados por todas las entidades involucradas y evaluables tanto interna como externamente", en palabras de la consejería.
Bienestar Social, en una primera fase, ha recogido la opinión de directivos, usuarios, familiares y expertos relacionados con los centros de mayores y discapacitados para establecer los requisitos del sistema de calidad. "Más del 63% de los encuestados han respondido, lo que supone un índice excepcionalmente alto para este tipo de sondeos", comentan las mismas fuentes.
Del estudio inicial se ha deducido que sólo el 15% de los centros de mayores y un 30% de los que atienden a personas discapacitadas no han iniciado ninguna acción de calidad. Un 35% de ellos tiene un sistema de calidad totalmente integrado.
Bienestar Social pretende aplicar este sistema a través de cinco líneas de actuación. Por un lado mediante la implantación progresiva de un sistema de calidad, el denominado sistema básico de calidad, que será universal y obligatorio y se regulará a través de una norma. Junto a ello se elaborarán manuales de buenas prácticas para servicios de carácter residencial -empezando por personas mayores y discapacitadas-, también se crearán cartas de servicios que informarán y recogerán los compromisos de Bienestar con los servicios no residenciales y se pondrá en marcha un plan de formación en calidad para trabajadores de centros públicos y privados. Todo ello se cobijará en un gran paraguas supondrá la elaboración de una normativa respecto a la calidad de los servicios sociales.
De acuerdo con la planificación de la puesta en marcha del proyecto, a lo largo de este año está prevista la redacción de los manuales de buenas prácticas para centros de mayores y discapacitados y la preparación de un curso de formación básico en calidad, además de cuatro cartas de servicios, las relativas a Infodona, adopciones, termalismo social y playas accesibles.
El año que viene se publicará la normativa de desarrollo de la calidad en los centros, el programa de formación de profesionales y la aplicación del modelo a todos los centros, extendiéndolo a los de menores y mujeres.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 28 de junio de 2004