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La necesaria estabilidad

España cuenta con cuatro puntos de conexión con Francia. Dos en los extremos (Cataluña y País Vasco), que tienen una capacidad de 400 kilovoltios (similar a la de una central nuclear pequeña), y dos en el Pirineo central de 220 kilovoltios. Ayer funcionaba solamente la conexión con Francia por Vic (Girona). A las seis de la tarde se restableció también la conexión de Hernani (Guipúzcoa). Los enlaces tienen un doble fin: importar o exportar electricidad y mantener de paso el sistema eléctrico estable.

Según aseguran desde Red Eléctrica cuanto más grande es el sistema la estabilidad es mayor. "Lo bueno de Europa es que las turbinas giran siempre a la misma velocidad", aseguran. Si España, y de paso Portugal, se quedasen desenganchadas perderían la frecuencia (50 hercios) y se quedarían sin apoyo en caso de necesidad o avería de algún elemento de la red: la incertidumbre sucedería a la estabilidad en el sistema eléctrico.

Tradicionalmente, España compra electricidad a Francia, unos 1.200 megavatios, y vende a Portugal 2.000. Sin embargo, ayer no entró energía por la frontera francesa y sí salió hacia Portugal. También entró electricidad por la conexión con Marruecos.

La capacidad instalada en España es de 64.971 Mw, de los que 14.042 corresponden a las energías renovables.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de junio de 2004