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CARTAS AL DIRECTOR

El Yak-42 y la ética política

He leído horrorizada que la mitad de los cadáveres del Yak-42 están mal identificados. No era suficiente para sus familias haber denunciado el estado de los aviones y el fatal desenlace del mismo, sino que ahora hay que volver a empezar.

Es de una extrema gravedad lo sucedido; aquí no se habla de un escándalo económico o político, sino de algo que tiene que ver con vidas humanas. ¿Acaso el señor Trillo no tenía constancia de ello? ¿Acaso ningún alto cargo militar estaba al corriente? ¿Acaso nadie se atrevió a decir la falsedad de datos que había con este asunto?

¿Se va a disculpar el señor Trillo por este inclasificable error o esconderá la cabeza debajo del ala eludiendo su responsabilidad? ¿Cómo pueden seguir en su cargo las personas que han tenido que ver con este asunto? ¿Por qué no han dimitido cuando deberían haberlo hecho?

Sólo espero que, si alguien más está implicado en este asunto dimita y no tengan que relevarlos de su cargo. Estas personas han perdido todo el concepto de ética y no han mostrado tener un ápice de sensibilidad. Mi más sincero apoyo a todos los familiares de las víctimas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de junio de 2004