El autor y director Diego Alarcón (Murcia, 1960) ha sido el ganador de la decimosexta edición del Premio de Teatro Enrique Llovet, dotado con 15.025 euros, con la obra Cónclave, con la que se remonta a la elección papal tras la muerte de Gregorio IX en el año 1240. Alarcón, que asistió al acto de lectura del fallo, explicó, en una conferencia de prensa, que en este texto histórico "los cardenales se reúnen en un palacio en ruinas, pero cuando pretenden salir no pueden y se desencadena una bestialidad de acontecimientos".
"No me he inventado nada, porque algún cardenal salió muerto, y otros malheridos, al sufrir todo tipo de vejaciones", subrayó Alarcón, que considera que su obra es "muy escatológica, marrana y macabra", y también es "muy desagradable, porque lo que ocurrió allí fue muy desagradable".
Por ello, no hay "concesiones al romanticismo ni medias tintas", según el autor premiado, que ha creado "tres planos escénicos", el de los cardenales reunidos, el de los guardias que les hostigan desde arriba y la vista al fondo de Roma, "que es el tercer personaje, la ciudad de los césares, omnipotente y soberbia". También hay personajes que aparecen "por elipsis", como Federico II de Sicilia, un personaje "no muy piadoso que hablaba siete idiomas, con una corte llena de artistas y un harén, algo que la Iglesia no veía bien, siendo un rey cristiano".
El texto ganador del Enrique Llovet es un capítulo de una obra más larga de Alarcón, que abarca el periodo entre los años 1194 y 1250, "una época con personajes impresionantes, como los cuatro papas de esos años, que eran para echarles de comer aparte". "Eran absolutamente cesaropapistas y no querían renunciar al poder político, mientras que los emperadores de la época creían que lo eran por derecho divino", señaló el autor.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 30 de junio de 2004