El plan de choque para acabar con el colapso que sufren las oficinas de extranjería en Cataluña está a punto. A partir del lunes, 57 oficinas del Servicio de Ocupación de Cataluña (SOC), dependientes de la Generalitat, abrirán de 15.00 a 19.00 horas para que los inmigrantes presenten la documentación relativa a las renovaciones de permisos de trabajo y residencia.
El objetivo del acuerdo entre la Generalitat y la Delegación del Gobierno es aligerar las colas que se forman en las oficinas de extranjería para la renovación de estos permisos. Se calcula que sólo en Barcelona hay alrededor de 40.000 expedientes acumulados. Unas 200 personas, entre personal del Inem, de los centros de atención e información de la Seguridad Social (CAISS) y parados adscritos a planes de empleo, trabajarán para desbloquear y aligerar estos trámites.
Las 57 oficinas de trabajo de la Generalitat, de las que la mayoría están situadas en la provincia de Barcelona (46), seis se ubican en las comarcas de Tarragona, cuatro en Lleida y una en Girona, se completarán a partir de la última semana de julio con un número no determinado de centros de atención e información de la Seguridad Social en toda Cataluña.
Ayuda para Alcarràs
Por otra parte, el delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel, subrayó ayer que la Administración no se ha desentendido de los más de 200 inmigrantes instalados en Alcarràs (Segrià) a la espera de trabajo en la campaña de recogida de fruta. Rangel aseguró que con anterioridad a la llegada de este grupo se alertó a las administraciones de otras provincias de que no se necesitaban más trabajadores para la campaña de la fruta en la zona.
El Ayuntamiento de Alcarràs instaló ayer duchas y fregaderos en el lugar donde permanecen acampados los inmigrantes originarios del África subsahariana desde hace unas semanas. Algunos han optado por construir sus chabolas con cañas y cartones.
De las 200 personas concentradas en las afueras de Alcarràs, el 90% no dispone de documentación, según datos del alcalde de la localidad, Gerard Serra, quien aseguró que algunos de estos inmigrantes ya han empezado a irse y reiteró su petición de que no llegue más gente a la población. Serra considera que facilitar las condiciones mínimas sanitarias "calmará los ánimos" en el campamento. El Cuerpo Nacional de Policía y los Mossos d'Esquadra prosiguen con los controles de identificación de inmigrantes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de julio de 2004