Cataluña espera tener un sistema de financiación equiparable al concierto vasco en un plazo máximo de 20 años. El consejero de Economía y Finanzas del Ejecutivo catalán, Antoni Castells, fijó ayer un horizonte mínimo de 10 años y un máximo de 20 años para que se produzca "una aproximación gradual" entre los ingresos que se derivan del sistema de financiación catalán y el que disfrutan los regímenes forales de Navarra y el País Vasco. "El modelo definitivo puede ser diferente, pero debe proporcionar los mismos ingresos para un nivel de competencias similar", dijo.
Castells anunció ayer la constitución de la parte catalana de la comisión mixta de valoraciones, que se encargará de negociar el nuevo sistema con el Gobierno central. El objetivo del titular de Economía del Ejecutivo catalán es abrir "de inmediato" las negociaciones. Cataluña reclama soluciones "urgentes" para el déficit sanitario y para los gastos derivados de la legislación estatal con efectos sobre las comunidades autónomas.
Hasta la puesta en marcha del nuevo sistema, Cataluña se ha asegurado la posibilidad de incurrir en un ligero déficit en sus cuentas públicas hasta 2007, según aprobó la pasada semana el Consejo de Política Fiscal y Financiera.
"Cifras en la mano"
El consejero de Economía de la Generalitat anunció ayer la creación de una oficina técnica para negociar con el Gobierno central "con cifras en la mano", con relación a las cantidades necesarias para la mejora de la financiación. Castells explicó que su departamento pondrá en marcha la próxima semana un grupo de trabajo con el objetivo de presentar propuestas para enjugar el déficit sanitario. Esta partida es la que más preocupa al Ejecutivo catalán y ha motivado la activación del recargo autonómico sobre el impuesto de carburantes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de julio de 2004