El nuevo síndic de greuges, Rafael Ribó, aseguró ayer que se ha marcado como objetivo de su mandato "reforzar" la figura del síndico y conseguir que sea "querida por la ciudadanía y temida por la Administración". Ribó, que sustituye en este cargo a Anton Cañellas, avanzó estas intenciones en su toma de posesión, celebrada ayer en la Cámara catalana, a la que asistieron, entre otros, el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall; el del Parlament, Ernest Benach, y el defensor del pueblo, Enrique Múgica.
Pese a expresar que espera ser "temido" por las administraciones, Ribó, elegido por el Parlament el pasado 17 de junio, precisó que no es "el adversario de ninguna institución", sino "un controlador colaborador de las administraciones". En este sentido, subrayó que garantizará "la supervisión de todas las administraciones, de todos los colores, con rigor, con independencia y con serenidad". "Procuraré promover aún más el conocimiento del síndico y su divulgación, la accesibilidad de la gente al síndico", y en definitiva, "fortalecer la institución y hacerla más efectiva si es posible", añadió
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de julio de 2004