La Casa Blanca se mostró muy satisfecha ayer por el inicio del juicio contra Sadam Husein y subrayó que se trata de una nueva muestra del restablecimiento del Estado de derecho en Irak. "El presidente Bush está contento por el hecho de que Sadam y los responsables de su régimen van a ser conducidos ante la justicia y juzgados por un tribunal iraquí por las atrocidades que han cometido", declaró el portavoz de la Presidencia, Scott McClellan.
Preguntado por las palabras de Sadam, quien aseguró ante sus jueces que su proceso es una obra de teatro de la campaña electoral del presidente Bush, al que tachó de "inmundo", el portavoz de la Casa Blanca dijo que el antiguo dictador iraquí iba a "seguir diciendo todo tipo de cosas". Lo que importa, afirmó, es que Sadam Husein va a "afrontar la justicia que denegó a los iraquíes y a los cientos de miles de inocentes víctimas de su brutalidad".
El vicepresidente estadounidense, Dick Cheney, por su parte, volvió a asegurar que el régimen iraquí había tenido vínculos bien establecidos con la red terrorista Al Qaeda.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de julio de 2004