Los cadáveres de una mujer, M.J. Rovira, de 56 años, y su hijo, R. Puerto, de 31, fueron hallados ayer en la vivienda del segundo, en la localidad castellonense de Onda, con evidentes signos de violencia. Los cuerpos de ambos se hallaban muy próximos entre sí, junto a dos cuchillos y a escasa distancia de la puerta de acceso a la casa pero dentro del jardín del inmueble unifamiliar. Al parecer, ambos presentaban múltiples cuchilladas. La nuera y esposa de los fallecidos se encontraba también en la casa aunque se descarta su participación en el suceso.
Según la Guardia Civil, a las 19.00 se recibió un aviso en el 112, que alertaba de una violenta discusión en el lugar de los hechos. Las mismas fuentes indicaron que cuando llegaron los agentes se encontraba también en la vivienda el padre y esposo de los fallecidos, que intentaba reanimarlos. Esta misma tarea fue llevada a cabo por los médicos y ATS del Centro de Salud de Onda minutos después, aunque sin éxito.
Las primeras investigaciones apuntan a que las muertes se produjeron en el transcurso de una fuerte pelea entre ambos. En principio, se descarta la participación de terceras personas. La familia era muy conocida en el municipio. Él era protésico dental y su madre, aunque vivía en Valencia, participaba en numerosos actos sociales y culturales de Onda, según la subdelegación del Gobierno.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de julio de 2004