El empresario Luis Marsans Astoreca murió ayer al ser acuchillado por un vagabundo con el que discutió en la calle de Pedro de Valdivia, cerca del paseo de la Castellana, donde vivía. El homicida, que supuestamente sufre algún trastorno mental, acusaba a Marsans (en la foto mientras era atendido por el Samur) de haber metido a sus hijas en una red de prostitución moldava.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de julio de 2004