"¡Busta, Busta, Busta!". Las admiradoras estaban impacientísimas. Era la última oportunidad para ver este año una actuación en Cataluña de David Bustamante, el popular triunfito.
La Cadena Dial se aseguró un sonado éxito de público con la participación del ídolo juvenil en El Día de Dial, el concierto organizado por la popular radiofórmula que reúne anualmente a los artistas latinos de moda. La cita musical se celebró la noche del viernes en el Palacio Municipal de Deportes de Badalona. El aforo del recinto, con una capacidad para acoger a 8.500 personas, se quedó corto. Las invitaciones gratuitas para acudir al evento se agotaron el miércoles por la mañana para desesperación de muchas seguidoras entregadas del divo de San Vicente de la Barquera (Cantabria).
De una tacada y durante tres horas, se sucedieron en el concierto las canciones con más éxito de este verano. Cadena Dial se esforzó en congregar un cartel de artistas que saben cómo derretir con un golpe de cadera exacto a sus incondicionales, como el venezolano Carlos Baute, que abandonó el escenario entre suspiros embelesados del público femenino: "¡Tío bueno, que te iba hacer yo un favor!", le gritó una entusiasta asistente. Entre los cantantes más aplaudidos destacaron José El Francés, el trío infantil Las Chuches, que derrocharon salero, y la cordobesa Rakel Winchester, especialista en letras delirantes, como la de El marío de la carnisera: "Y qué gusto da mirarlo / me se sale el támpax / sólo de pensarlo", rezaba el estribillo coreado enérgicamente por los asistentes.
Sin embargo, el delirio llegó en la clausura del concierto a cargo David Bustamante. Sin darle tiempo a decir ni mu, una lluvia de peluches cayó sobre el cantante, recibido con un estridente: "¡Ahhhh!".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 4 de julio de 2004