El Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) presentó ayer los primeros apuntes de la revisión completa del proceso seguido contra Slobodan Milosevic que se ha propuesto. Primero anunció que las sesiones se reanudarían el próximo 14 de julio, "si su salud lo permite". Luego hizo un doble encargo a la secretaría del Tribunal: la búsqueda de un cardiólogo que no conociera el historial médico del encausado y de un abogado dispuesto a defenderle. La estrategia pretende averiguar si Milosevic está en condiciones de defenderse a sí mismo como pretende. De no ser ello posible, el TPIY apelaría al interés de la justicia para que le represente ese letrado que guardaría en la reserva.
El Tribunal sostiene que el antiguo líder yugoslavo puede afrontar la recta final del juicio, dedicada a presentar su visión de lo ocurrido en las guerras de los Balcanes, pero es posible que no resista encabezar su defensa. Con una tensión alta y el riesgo de sufrir un ataque al corazón, tal y como indican los exámenes médicos más recientes, interrogar siquiera a una parte de los 1.400 testigos que desea convocar parece demasiado duro. De ahí que el TPIY haya pedido una segunda opinión médica. "El derecho de una persona a representarse a sí mismo puede no ser absoluto. Puede haber circunstancias que permitan designarle un letrado, en interés mismo de la justicia", indicaron ayer los jueces.
El ex líder yugoslavo no reconoce la competencia del Tribunal y se niega a que le ayuden. La fiscalía del TPIY es partidaria de que Milosevic tenga un defensor para evitar nuevos retrasos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de julio de 2004