El Ayuntamiento de Deba celebrará esta tarde un pleno extraordinario en el que solicitará al Gobierno la declaración de zona catastrófica por los daños que causó el martes la fuerte tormenta de granizo en numerosos vehículos, inmuebles y zonas de cultivo y frutales. Al menos dos personas tuvieron que ser atendidas de heridas producidas por el impacto del pedrisco. Con la declaración oficial de zona catastrófica, el consistorio pretende garantizar la concesión de ayudas económicas para los afectados "con rapidez y flexibilidad".
Los servicios municipales han contabilizado cerca de 700 vehículos y 400 viviendas dañados por el granizo, que irrumpió inesperadamente durante cinco minutos con el tamaño de bolas de golf o huevos de una gallina. El consejero de Transportes, Álvaro Amann, aseguró ayer que las estaciones meteorológicas de Ondarroa y del Bajo Deba no detectaron la llegada de la tormenta de granizo.
El alcalde de Deba, Jesús María Agirrezabala, de EA, confirmó que el Ayuntamiento está realizando una evaluación de los daños y adelantó que serán "elevados". Los vecinos han presentado más de 500 reclamaciones por destrozos en sus coches y otros 293 por desperfectos en los inmuebles. También se vieron afectados varias huertas y plantaciones de frutales.
En Markina y Etxebarria, el granizo también produjo abolladuras de chapa y roturas de lunas en vehículos.
En Navarra, la Guardia Civil auxilió ayer a varias personas en Ayegui, Estella y Azagra por las fuertes tormentas, que inundaron bajeras y viviendas. En Estella se contabilizaron hasta 70 litros de agua.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 8 de julio de 2004