Rafael Doblas, miembro de la Confederación General del Trabajo (CGT), ha acudido tres veces a la Audiencia de Málaga para declarar por "atentado, falta de lesiones y agresión a la policía" durante la huelga general del 20 de junio de 2002. En ninguna de las ocasiones lo ha conseguido. El juez que instruye el caso le comunicó ayer que uno de los policías testigo "estaba de baja" y no asistiría a la vista, aplazada hasta el 1 de octubre. En la primera ocasión, un año después de la huelga general, no se presentó uno de los otros dos encausados, y en la segunda, el 18 de mayo, una de las representantes de los acusados estaba enferma.
El 20 de junio de 2002, Rafael Doblas, de 32 años, se acercó con otros compañeros al único comercio del centro Eroski que estaba abierto. "De golpe una avalancha de gente se me viene encima y hace que le de a un servilletero que cae al interior de la barra", cuenta. A partir de ese momento lo único que recuerda es que todo el mundo le gritaba que corriera. Cuando salió del centro comercial le detuvieron junto a otros dos hombres, uno de ellos miembro de Comisiones Obreras. "Yo no vi a nadie pegarle a la policía", afirma Doblas, que recibió el apoyo de su sindicato con una concentración de bicicletas en los juzgados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de julio de 2004