El Sevilla presentó ayer 19 fichajes de golpe: la plantilla al completo de su equipo femenino, que jugará la próxima temporada en la máxima categoría, la Súper Liga Nacional. El proyecto forma parte de los actos del centenario del club, pero nace con vocación de convertirse en uno de los estandartes de la entidad y, sobre todo, de servir de acicate para que la afición sevillana se enganche también al fútbol femenino.
"Es muy triste que aquí no venga a vernos nadie y en Bilbao reuniéramos a 37.000 personas en el San Mamés", dice María Moreno, que juega de defensa y que, como el resto de la nueva plantilla del Sevilla, formaba parte hasta ahora del C. D. Híspalis, un equipo con muy pocos apoyos que ha quedado este año décimo de los 12 clubes que disputan la Súper Liga. El Sevilla ha fichado a todas las jugadoras y hasta al entrenador, Sebastián Borrás, que está convencido de que el juego de su plantilla va a enganchar a muchos aficionados.
La media de edad de la plantilla pasa por poco los 18 años, lo que las convierte en el equipo más joven de la categoría. Para sumar un poco de experiencia y talla -"andamos mal en juego aéreo"-, reconoce Borrás, el Sevilla tiene ya casi cerrados otros seis fichajes de jugadoras consolidadas en la competición. Serán los primeros de la historia de la plantilla, que hasta ahora se nutría en exclusiva de aficionadas sevillanas.
Acostumbradas a las penurias, están encantadas con la apuesta del Sevilla. Hasta las béticas, como María, que asegura que va a darlo todo por la camiseta sevillista. "El Sevilla nos ha abierto las puertas, nos da instalaciones y equipación. Nos van a tratar igual que al primer equipo masculino", dice agradecida. Eso sí, por ahora, nadie cobra.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de julio de 2004