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OPINIÓN DEL LECTOR

Polémicos aprobados

Recientemente y tras la evaluación de 2º de Bachillerato, dos alumnos del IES Alvar Núñez de Jerez de la Frontera han sido aprobados en la asignatura de Biología por la Comisión Técnica Provincial de Reclamación, en contra de la decisión tomada por el departamento de esta materia. En el escrito en el que se comunica esta decisión, no se informa de la causa del pronunciamiento favorable, por lo que es lógico llegar a la conclusión que la única justificación posible es que a estos alumnos se les aprueba porque sólo les queda esa asignatura para terminar el Bachillerato.

Ante semejante atropello a la ya deteriorada y degradada figura del profesor, hemos dirigido escritos al delegado de Educación de Cádiz y a la consejera de Educación. En ellos hemos manifestado nuestro total apoyo a la profesora implicada en estos hechos a la que respaldamos en una actuación docente que, con gran profesionalidad, ha llevado a cabo a lo largo de 26 años.

En segundo lugar, también mostramos nuestra indignación por la indefensión que sentimos como enseñantes, de cuya labor, competencia y profesionalidad todo el mundo se cree con derecho a opinar, criticar y menospreciar, y sin que en ningún momento nos veamos respaldados por las autoridades educativas.

Como profesionales que llevamos muchos años dedicados con integridad a esta profesión a la que en algunos momentos llegamos a amar y que últimamente sólo nos llena de frustración, creemos tener derecho a que las autoridades educativas nos contesten con claridad y rapidez a las siguientes preguntas:

¿Quién (nombre, apellidos y destino) decide sobre las reclamaciones de los alumnos? ¿Qué razones argumenta cuando las estima favorables? ¿Cuántos años de servicio lleva impartiendo la materia reclamada (o nivel análogo) para que ponga en duda el criterio de profesores con una gran experiencia docente?

¿Qué comportamiento tenemos que tener los profesores que próximamente en Secundaria o de nuevo en septiembre nos enfrentaremos a situaciones semejantes a las que comentamos? ¿Debemos aprobar a todos aquellos alumnos que sólo suspendan una asignatura? ¿Es un criterio serio que a alumnos con mayor conocimiento en una materia se les suspenda porque le quedan más y a otros se les apruebe al quedarles sólo una? ¿Debemos, para evitar estas claras injusticias, dar aprobado general?

¿Cómo podremos el curso próximo lograr que los alumnos se interesen en asignaturas con cierto grado de dificultad si ellos saben que una reclamación en la inspección puede dar lugar al aprobado? ¿Acaso se está propiciando un aburrimiento en los profesores que nos induzca a dar aprobados generales, hecho que parece satisfacer a todos y que nadie cuestiona? ¿Es despreciando el esfuerzo como pretendemos formar a nuestros jóvenes ante los retos a los que deberán enfrentarse en un futuro inmediato?

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de julio de 2004