Insertan ustedes una respuesta a la Rosa León realizada por Carlos Baztán. Partiendo del mismo principio que el señor Baztán, es decir, la no intencionalidad y sí el desconocimiento involuntario, y dado que parece ser que a él le agrada la ensalada de números y cifras, aportamos desde la Asociación Transporte Sin Barreras el aliño a tal cúmulo de números.
De los 38 edificios municipales y públicos destinados a bibliotecas, sólo el 51,35% son accesibles a discapacitados (19), el 29,37% tienen baños accesibles y adaptados, y reservas de estacionamiento para discapacitados, un 5,41% (sólo 2).
Y ahora, la sal: sistemas de emergencia adecuados a discapacitados auditivos, cero. Ni que decir tiene, no nos metemos en el diseño mobiliario, caduco e inadecuado en la casi totalidad de los casos.
Por cierto, centros como Centro Cultural García Lorca, en Carabanchel, o el existente en la calle de Camarena, 10, son inaccesibles por desconocimiento de los técnicos municipales.
El primero, porque su rampa está incorrectamente diseñada y no se ajusta a la Ley 8/1993, y el segundo, porque al final de la rampa, el preclaro artífice de la misma ha diseñado un escalón de 15 centímetros, que anula el posible uso de la misma
Señor Baztán: cuando se dan números, o se dicen todos o se calla uno.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de julio de 2004