Michael Phelps acrecentó sus dudas en los 200 metros libres, donde la sombra de Ian Torpe es demasiado alargada. El nadador estadounidense ganó la final y se clasificó para los Juegos de Atenas, como estaba previsto. Pero el duelo con Thorpe está en el alero. La marca de Phelps (1m 46,27s) le impide pensar en una victoria sobre el emperador de la distancia. Es un registro que se sitúa a más de dos segundos del récord mundial de Thorpe (1m 44,06s). La distancia es casi abismal.
Phelps no descartó la posibilidad de renunciar a la prueba en los Juegos. Su pretensión es participar en todas las que le permitan atacar la victoria. Por lo que parece, eso no sucederá en los 200 libres, donde a Thorpe se añadirán el holandés Pieter Van den Hoogenband, el australiano Grant Hackett y quizá los italianos Magnini y Brembilla. Demasiada gente por delante de Phelps.
Su intención no era otra que bajar de 1m 46s y batir el récord estadounidense. No lo consiguió. En parte se vio perjudicado por su deficiente salida. Phelps, que no es explosivo en el arranque, tuvo el peor tiempo de reacción. "No limpié bien el podio de salida", declaró después de la carrera. "Me preocuparé de secarlo con cuidado en las próximas pruebas".
El recuerdo de Thorpe, cuyo resbalón le impidió disputar la final de 400 metros en los campeonatos australianos, aunque fue repescado después, vino a la memoria de Phelps. Añadió que el tiempo había sido razonablemente bueno -"he guardado fuerzas para la semifinal de 200 metros mariposa", dijo-, pero que todavía no había tomado ninguna decisión sobre la prueba. Lo más probable es que renuncie. En cualquier caso tiene garantizada una plaza para disputar los relevos 4x200, tradicional feudo de los australianos.
La jornada se cerró sin récords mundiales, pero con grandes marcas. Aaron Peirsol certificó su hegemonía en los 100 metros espalda con 53,64s. Ganó al veterano Lenny Krayzelburg, doble campeón olímpico en los Juegos de Sydney 2000. Natalie Coughlin venció en 100 espalda con 59,85s, segunda mejor marca mundial de todos los tiempos. Coughlin, cuya versatilidad es comparable a la de Phelps, ha preferido no arriesgar con un calendario agotador. Sólo participará en tres pruebas: 100 espalda, más los 50 y 100 metros libres.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 11 de julio de 2004