El congreso de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) mostró ayer su preocupación por el "retraso" en la articulación del espacio político y electoral de la izquierda verde en España. Esta preocupación fue uno de los pocos aspectos negativos en unos debates que rebosaban satisfacción por la evolución experimentada por el partido ecosocialista catalán desde su anterior congreso ordinario, celebrado en 2000, poco después de la traumática ruptura con la IU de Julio Anguita.
El cambio entre la difícil situación de 1999, en la que incluso se especulaba con la desaparición de ICV o su absorción por otros partidos, y la actual es enorme. Ahora ICV forma parte del Gobierno catalán y apoya en las Cortes al Gobierno socialista. Joan Saura afirmó que el éxito de ICV en el recién cerrado ciclo electoral ha consistido en cuajar "un nuevo espacio político, el de la izquierda verde nacional". Y haberlo hecho, agregó, "sin echar el pasado por la ventana".
Los 700 congresistas que asisten a esta 8ª Asamblea de ICV que se celebra en el Palacio de Congresos de Montjuïc aprobaron casi por unanimidad el informe de gestión presentado por el presidente del partido, Joan Saura. Hubo sólo cinco abstenciones. Y se aprobó también una renovación muy importante de su Consejo Nacional.
La renovación va acompañada de un notable rejuvenecimiento. La edad media del Consejo Nacional ha bajado de los 49 a los 41 años. Han dejado de formar parte de él algunos dirigentes históricos, como Antoni Gutiérrez Díaz y Rafael Ribó, ambos ex secretarios generales del PSUC.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 11 de julio de 2004