La perrera de Barcelona vuelve a ser gestionada por el Ayuntamiento. La noticia se anunció el pasado viernes, en pleno periodo punta de abandono de animales. ¿Volverán también los métodos radicales de gestión empleados allí -incluido el sacrificio- antes de 2003?, ¿Quién hará el trabajo de los voluntarios que cada fin de semana pasean a los perros?
El Ayuntamiento debería proporcionar los medios materiales para que las protectoras, que emplean gente dedicada por vocación a los animales, sigan con su labor y debería dedicarse a educar y a que los ciudadanos tomaran conciencia de que no deben abandonar a sus mascotas, y a sancionar a quienes lo hagan.
A la Barcelona del Fórum 2004 le falta coherencia: si le preocupa tanto el final trágico de unos 60 toros en La Monumental todos los años, ¿qué les parece el bienestar de los perros y gatos abandonados y recogidos en el Centro de Acogida de Animales de Compañía?
Seguro que se puede buscar otra solución generando antes un debate entre protectoras, veterinarios, autoridades locales... y aplazar esta decisión precipitada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 15 de julio de 2004